"Una evolución y revolución en el jazz”
Entrevista con Beto Jim
Por Luis Lozano
![IMG_4555[1].PNG](https://static.wixstatic.com/media/219031_824e52dc501d4eda8fdf07984819d767~mv2.png/v1/fill/w_480,h_600,al_c,q_85,usm_0.66_1.00_0.01,enc_avif,quality_auto/IMG_4555%5B1%5D_PNG.png)
El jazz es un tipo de música que nació en Estados Unidos, mezclando ritmos africanos con sonidos europeos. Es un género muy libre, donde los músicos suelen improvisar, es decir, tocan lo que sienten en el momento. Más que solo notas, el jazz es emoción, expresión y conexión entre los que tocan.
En esta entrevista, hablamos con Alberto Jiménez, mejor conocido como Beto Jiménez o “Beto Jim”. Guitarrista, arreglista y compositor mexicano, ha destacado en géneros como el jazz, la música clásica, la mexicana y la afro-caribeña. Su formación en guitarra clásica y jazz lo ha llevado a participar en festivales y escenarios internacionales, incluyendo importantes clubes de jazz en Nueva York.
¿Cómo fue su acercamiento hacia el genero del jazz?
Realmente. En mi familia siempre ha habido músicos: mi papá tocaba el bajo, mi abuelo la guitarra, y mi hermano también empezó con la guitarra. Además, tengo un tío pianista, así que desde pequeño hubo una fuerte influencia musical en casa. Formalmente comencé con la batería, como a los 10 años, aunque la dejé y luego la retomé. Más adelante, me enfoqué en la guitarra y fue alrededor de los 15 años cuando entré a un programa de guitarra clásica. Después me mudé a Xalapa para estudiar la licenciatura en guitarra clásica, aproximadamente a los 18 o 19 años. A partir de ahí, considero que comenzó mi formación musical formal.
¿Ha tenido la oportunidad de participar en algún grupo a la mano de algún familiar?
Sí, cuando era niño no pude unirme al grupo versátil de mi abuelo. Ellos salían a tocar fuera de la ciudad y yo quería ir, pero no me llevaban porque aún no era el momento para mí. Además, en ese tiempo no tocaba ningún instrumento, así que más bien quería ir por la emoción de la fiesta, ya sabes. Aun así, siempre estuvo presente en mi vida ver cómo salían a tocar o ensayaban en la casa, era algo muy natural. Con el tiempo, el grupo se disolvió y nunca llegué a formar parte.
¿Qué familiar sigue manteniendo esa interacción hacia la música?
Mi tío, pianista de formación, participa desde hace años en un programa nacional dedicado a la restauración de órganos barrocos en México. Este proyecto, que también funciona como academia de música antigua, busca recuperar instrumentos históricos en ciudades como Puebla, Zacatecas y Oaxaca, y formar músicos locales para interpretarlos. Él continúa activo en esta iniciativa, ofreciendo conciertos en iglesias a lo largo del año, según se van programando.
¿Qué hizo que el mismo genero hiciera que usted se enfocara en él?
Al principio, me atrajo el sonido de la guitarra y la posibilidad de tocar canciones de mis discos favoritos. Con el tiempo, me interesé por la historia del jazz y la de los músicos que lo crearon. El jazz, más allá de ser una música agradable, tiene una profunda conexión con la historia de la humanidad, especialmente con la esclavitud y los movimientos por los derechos de los afroamericanos. Eso es lo que realmente me motiva hoy: cómo el jazz representa tantas cosas importantes.
¿Dentro del mismo genero le ha causado algún sentimiento al escucharlo o al producirlo?
Creo que, si no existe un vínculo emocional con la música, es difícil que el público lo entienda. Tanto para mí como para muchos músicos, es inseparable. No me imagino tocando algo con lo que no me identifique emocionalmente. Lo que elijo tocar en un concierto o programa siempre tiene un significado personal. Incluso cuando interpreto música de otros, busco una forma de conectar emocionalmente con ella. La música, de manera natural, siempre encuentra una forma de engancharte y establecer un vínculo emocional, cada quien de su manera.
Ese grupo que presento en Cauz, ¿ha participado en otras presentaciones a lado de usted?
Hace un mes tuvimos un concierto como parte de la celebración de los quince años de la Escuela de Jazz de la Universidad de Veracruz. La excusa para reunirnos fue precisamente esa celebración, ya que todos trabajamos y somos profesores de los diferentes instrumentos en el grupo. Aproveché la ocasión para juntar a varios músicos con los que ya había tocado antes, pero que rara vez logran coincidir debido a sus propios proyectos. Aunque hemos tocado juntos en otros formatos y proyectos, nunca habíamos formado esta banda en particular.
Sobre el proyecto que participo usted en la UV, profundizando más el mismo género, ¿me puede platicar más sobre ese proyecto?
En febrero, JazzSouf cumplió 15 años. Inicialmente, el proyecto comenzó como talleres de educación continua, sin el nombre de JazzSouf. No tenían una validez curricular, ya que eran diplomados ofrecidos en colaboración con un departamento distinto al de la universidad. En ese entonces, éramos un grupo de estudiantes de la facultad de música, que, aunque veníamos de una formación clásica, compartíamos el interés por el jazz y la música en general. Aunque estábamos en una escuela de música clásica, sabíamos que lo que realmente queríamos hacer no era eso, sino explorar otros géneros musicales.

¿De alguna forma este proyecto lo ayudó en su carrera como musico?
Ha sido interesante formar parte desde el inicio porque en diferentes etapas ha sido rewarding, como que te llena de cierta forma. En su principio fue ver cómo crecía la escuela, y al mismo tiempo que te vas desarrollando como músico, también te vas dando cuenta que puedes ser maestro, y vas mejorando siendo maestro, vas mejorando el dar clases, porque es también una práctica, y vas mejorando cada año y ves tus resultados como músico y como profesor. Es como una evaluación. También te vas dando cuenta lo que te falta.
¿Tiene un propio estilo al presentar el jazz?
No sé si llamarlo un estilo. Yo tengo mis ideas de cómo quiero que suene lo que yo toco y cómo quiero que suene lo que compongo, y eso podría llamarse estilo, creo. En un sentido más estricto del concepto de estilo, tiene que ver no nada más con lo que yo hago, tendría que ver con lo que cierta comunidad de gente en cierto contexto de tiempo y espacio está haciendo y que sean cuestiones comunes o que haya rasgos comunes como para que se llegue a conformar un estilo o un movimiento. Yo no busco implantar un estilo, trato de hacer mis cosas y muchos estamos como en ese mismo camino de explorar.
¿Cuál es uno de los proyectos que no pudo realizar?
Hay músicos con gran técnica, pero a veces no conectamos en cuanto a ideas. Para mí, tocar música es como una buena conversación: debe haber intercambio, incluso si no se coincide en todo. Algunos proyectos no avanzan porque no hay esa conexión creativa, o por cuestiones prácticas como agendas ocupadas o falta de presupuesto. Grabar un disco cuesta, y no siempre se logra coordinar todo. Aun así, la música no se pierde; si un proyecto no sigue con ciertas personas, busco otros caminos para desarrollarlo con nuevos músicos o en otro formato.
¿Tiene algún proyecto a futuro?
Tengo varios proyectos que me gustaría documentar y grabar. Hay por lo menos dos o tres que no he podido consolidar por varias razones, pero sigo componiendo para un sonido que necesito consolidar con ciertas personas. También tengo otros proyectos que he empezado y necesito tiempo para terminarlos, como un ensamble mucho más atípico, diferente al típico de jazz. Además, tengo un proyecto de dúos que he estado haciendo regularmente, pero aún no hemos podido grabar. Creo que se trata de tener tiempo y consolidar algo, trabajando enfocadamente, lo cual a veces es complicado por diversas razones.
¿Qué significa el jazz para usted?
Evolución y Revolución son expresiones que se dan en un tiempo y espacio específico, la revolución, por su capacidad de generar cambios profundos, tanto a nivel social como personal, altera la manera de pensar, tanto a nivel individual como colectivo. Es una transformación real, es también una expresión personal porque, aunque trabajes con otros músicos, lo que realmente importa es tu individualidad. Lo que aportas es lo que eres. Si no estás seguro de lo que puedes aportar o no has trabajado en tu expresión, será difícil que puedas contribuir de manera significativa en ese contexto.
¿Qué sigue de su carrera?
A mediano plazo, quiero terminar varias composiciones y grabar un nuevo disco, o varios, en distintos proyectos. En lo académico, el jazz no sigue tanto el camino tradicional de maestrías o doctorados, aunque sí existen en otros países. Para mí, un posgrado fue más un pretexto para vivir en otro país legalmente como estudiante y, de paso, obtener un título. Quizás buscaría un doctorado, pero en México no he encontrado uno que realmente se ajuste a lo que busco. En lo musical, mi objetivo es seguir componiendo, consolidar fechas en otros estados y seguir organizando mi agenda.
¿Dónde se pueden escuchar su álbum?
Mi primer disco como líder ya está disponible y pueden encontrarlo en mi página web, donde también hay una descripción del proyecto. Ahí mismo están los enlaces a distintas plataformas. En mi Instagram tengo un Linktree con acceso a Spotify, Bandcamp, YouTube y más, donde pueden escuchar ese disco completo.