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Humberto Vélez: La voz detrás del personaje 

Por: Ana Morales

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La vocación es un llamado que muchos reconocen desde la infancia, y Humberto Vélez lo tiene presente. Desde temprana edad enfrentó prejuicios para encontrar su lugar en el mundo del doblaje. Con una trayectoria que abarca desde el teatro a la pantalla grande, en esta entrevista el reconocido actor nos permite conocerlo más allá de sus personajes.

La pasión artística de Humberto Vélez comenzó desde sus primeros años de formación académica. Durante el jardín de niños, formó parte de grupos de canto y baile, además de participar en concursos de oratoria. “Al principio mis papás se ponían felices porque un niño bailando y actuando es chistoso. Pero cuando un adolescente te dice que quiere ser actor, ya no es tan gracioso”, compartió. A pesar de la resistencia de su familia, Vélez estudió actuación y se mantuvo fiel a su decisión. “Llegado el momento tienes que defender tu vocación”. 

 

En su búsqueda por abrirse paso en la actuación, Humberto se dedicó al teatro y la televisión, incluso mencionó haber trabajado como payaso de fiestas infantiles en su juventud. “En 1984 me topé con el doblaje por accidente. Era algo que me interesaba desde los 11 años, aunque por cuestiones del trabajo como actor me había olvidado un poco”, explicó. 

 

Su primer papel como actor de voz fue en Los Pitufos. “El día que llegué a presentarme me hicieron una prueba y la pasé. Por supuesto era un papel pequeño, con menos de 50 palabras. Pero lo hice bien y no volví a salirme del doblaje”. Pronto descubrió que para desempeñarse en el doblaje, no necesitaba ser hábil con el físico, tan solo necesitaba su voz. 

 

Humberto Vélez recalcó la importancia de no “traicionar al personaje” a la hora de adaptar el guion a la cultura de los distintos países. Ante la constante discusión sobre cuál doblaje es mejor –el latinoamericano o el español–, Vélez comenta que no existe una opinión objetiva, pues todos basamos nuestros gustos según el contexto cultural en el que vivimos. "El doblaje no es una ciencia, y mucho menos es exacta. Está sujeto al gusto y a la perspectiva de cada quien", aclaró.

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Humberto Vélez reconoce que interpretar a un personaje mucho más joven que él se ha convertido en el mayor desafío de su carrera. “Lo más difícil ha sido lograr que la gente me tolere haciendo a Homero Simpson cuando yo tengo 70 años y él tiene 36”. A pesar de su constante preocupación, el público lo ha seguido apoyando, algo que agradece profundamente: “No sé si me sale o no, pero a la gente no le ha parecido importar mucho y lo siguen aplaudiendo.”

 

Ser la voz de Homero Simpson es un fenómeno cultural que ha marcado su trayectoria. A pesar de que él solo prestaba su voz al personaje, muchas personas lo identifican como una figura paterna. "Cuando se acercan conmigo me dicen: ‘Gracias por haberme educado, no tuve papá, pero tú me educaste’. Y yo digo: ‘¡Rayos! Yo no te quería educar, yo estaba trabajando’."

 

La estrecha conexión con el público impone una exigencia sobre su comportamiento. "No puedes ser un ser humano normal, porque si te portas normal la gente se decepciona de ti." Ese impacto ha transformado su vida diaria y lo obliga a reforzar una imagen más allá del micrófono, algo que comparte con otras figuras públicas.

 

Humberto menciona que su fama ha causado algunas experiencias beneficiosas. "Me han perdonado multas de tránsito y en los aviones me han dado asientos preferenciales de primera clase." Sin embargo, también se ha enfrentado a situaciones incómodas. Relató un momento particularmente difícil en Bogotá, donde fue víctima de una estafa durante una gira de shows. 

 

"El empresario me dejó con la deuda del hotel ‘todo pagado’. Los trabajadores no me dejaban irme y me amenazaron con llamar a la policía." Después de reunir el dinero, ocurrió lo más surrealista de la situación. "En cuanto les pagué me pidieron fotos y grabaciones para sus hijos." Aunque hoy lo recuerda con humor, admite que en su momento fue muy doloroso. 

 

Para Humberto, la inteligencia artificial representa un factor que pone en riesgo la industria del doblaje. "El problema vino cuando la inteligencia artificial se desarrolló de tal manera que está afectando directamente el empleo de dibujantes, músicos y actores de doblaje."

 

Humberto Vélez cerró la entrevista con una reflexión sobre el futuro ante la amenaza que representa la IA. "Lo que pinté como una tragedia del fin del mundo con las inteligencias artificiales podría no serlo, dependiendo de tu actitud y de la mía." Vélez invita a aceptar los cambios conscientemente y responder desde la creatividad, no desde el miedo. 

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