El teatro J. J. Herrera se vuelve casa de un ¨Frenesí¨
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Se presenta la obra de teatro ¨Frenesí¨ en el teatro J. J. Herrera, por parte de Aquelarte Studio
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Por: Nano Salazar

A jueves 15 de mayo, en el teatro J.J Herrera, se presentó la obra ¨Frenesí¨, una inquietante representación de una serie de sesiones psicológicas en las que un psicólogo y sus ¨seis¨ pacientes retratan historias más reales de las que el público podría imaginar, no solo expresan palabras, si no, emociones y actitudes que pueden tener personas que están cerca de lo que la gente cree.
En una manera de presentar el cómo las personas sienten y pasan por cosas más allá de lo habitual, tramas mentales, tomar caminos equivocados, creer que el universo no es lo que es, demencia, insuficiencia, ver que todo está bien en la vida, pero a su vez, se siente vacía y como si algo faltara.

En primera instancia, se presentó un paciente que aparentemente tenía una vida plena, sin novia, sin hijos, hacía lo que quería, cuando quería, su salud era buena, sin embargo, cada que seguía hablando, hacía notar que necesitaba algo en su vida, esa chispa que todo el mundo debería tener. Como parte de este acto, lo que dice al paciente fue para el, era una pequeña ¨introducción¨, sin darse cuenta de que su tiempo de terapia, había terminado.
Siguiendo con la segunda sesión, se muestra una mente dividida, como una personalidad doble, en la que una señora, con graves problemas con el tabaco, se ve perturbada por ella misma, por aquella parte que aún puede sacarla del vicio, ya no del tabaco, si no de como agrede a las demás personas para que se sientan menos, tratando de ocultar el hecho de como ella misma no puede ser quien quiso ser en el pasado, una persona buena, sana, libre de pensamiento, libre del cigarro.
En la tercera sesión llegó una niña, trastornada y parcialmente esquizofrénica, una pequeña que no confía en nadie, con problemas en casa, una manera de presentar como por más dinero que tenga una familia no se siente el cariño, el como una niña que no siente el aprecio de sus padres y solo está con la ¨criada¨. Culminando su sesión con un cambio total de actitud, como si el lugar en el que no quería estar, fuera el único que le causaba tranquilidad.
Acto final, luces rojas, el psicólogo, aparentemente solo, pero, no. Es así cuando se revela el misterio de sus platicas personales entre cada sesión con sus pacientes, lo que aparentaba ser un hombre dolido por un rompimiento en su relación se convirtió en lo que realmente era, un asesinato, no sentía dolor por haber perdido a su amada, sentía dolor por aquella mujer que pasó de un ¨acostón¨ a una escena del crimen retorcida y vuelta un ¨frenesí¨.
